Un hermoso municipio situado en el sureste de la isla de Tenerife, tierra de coladas volcánicas, formado por varios núcleos de población, enmarcados por pinares y tabaibas. Aunque no dispone de una gran infraestructura turística, se han rehabilitado antiguas casas que has sido destinadas a los amantes del turismo rural. El municipio de Arico se divide en dos agrupaciones urbanas, Arico el Viejo y Arico el Nuevo, y destacan en su costa los núcleos de población de Tajao y El Porís, populares por sus zonas de baño y sus restaurantes especializados en productos frescos del mar.
Arico perteneció al Menceyato de Abona. Después de la conquista, familias castellanas y portuguesas y algunos pobladores originarios de Gran Canaria se mezclaron con los guanches sobrevivientes y se asentaron en este territorio. Posee un interesante patrimonio agrícola y cultural. Su economía está basada en la agricultura siendo el cultivo de papas de Arico el más importante de la isla. Posee gran abundancia de eras, hornos, cuevas, bancales y una amplia red de conductos para trasvase de agua.
La zona de mayor escalada de Tenerife se encuentra en Los barrancos de Arico, los cuales ofrecen unas paredes de gran variedad rocosa y que le dan su sello distintivo. Desde la Villa de Arico atravesando Arico Viejo, hacia Arico el Nuevo se encuentra un sendero que conserva muchos tramos originales de empedrado y muros testigos de la historia de Arico este es el llamado Camino Real.
En Arico tendrás el privilegio de poder degustar sus vinos, especialmente el blanco, y sus afamados quesos con denominación de origen, visitando las cooperativas vinícolas y la cabaña caprina.
Aquí disfrutarás de un turismo diferente y sosegado en un ambiente pintoresco y natural, iniciando tu recorrido por su capital, la Villa de Arico, popularmente conocida como “El Lomo de Arico”, creada en 1916, pero que se desarrolló, propiamente dicho, entre 1590 y 1610. Aquí se ubica el ayuntamiento y la Iglesia de San Juan Bautista, en torno a los cuales se construyeron diversas viviendas antiguas que hoy conforman un casco histórico de gran interés. Enclavado en la zona central del municipio de Villa de Arico encuentras a Arico el Viejo, en el que se encuentran los caseríos de El Bueno, La Degollada, La Sabinita, La Cisnera y Teguedite. La Iglesia de San Juan Bautista declarada Monumento Histórico-Artístico, junto a su entorno, es el conjunto arquitectónico más importante de la Villa de Arico. Posee elementos propios del período barroco y del gótico tardío. Entre sus joyas artísticas destacan la imagen de la Virgen de Abona, la Virgen del Rosario y la Virgen del Carmen.
Arico el Nuevo, declarado Conjunto Histórico, cuenta con numerosas casonas antiguas alineadas que datan de los siglos XVIII al XIX. En su arquitectura y espacios públicos abunda la piedra chasnera, las fachadas sobrias de singular carpintería y otros elementos tradicionales típicos del municipio. Arico el Nuevo se construyó en el siglo XVIII alrededor de su Iglesia Parroquial que lleva por nombre Nuestra Señora de la Luz, cuando algunos vecinos procedentes del vecino Lomo de Arico, se sitúan en el lugar, atraídos por la presencia de manantiales de agua, escasos en aquella época.
El Caserío de Icor, presenta un interés singular como muestra de una bella arquitectura rural conservada con bastante pureza, con viviendas o terreras edificadas con las características propias de la arquitectura tradicional canaria. El caserío de Icor se cree que es de origen prehispánico, aunque durante el siglo XVIII fue cuando se consolidó con la construcción de un considerable número de casas, algunas con un segundo piso, al que se accede por una escalera exterior de madera, que suele encerrar el granero.
El Río, cuyo topónimo proviene del Barranco del Río, situado en las medianías, a escasos 6 km de la Villa de Arico, tiene como punto central a la Iglesia de San Bartolomé, del siglo XVII, la cual alberga un retablo de madera en el cual destaca una preciosa imagen del Corazón de Jesús.
En los núcleos costeros de El Porís o El Tajao y Abades (siendo éste último en que posee la playa más turística del municipio durante el verano) podrás disfrutar de un agradable chapuzón y degustar un rico pescado fresco exquisitamente preparado en alguno de sus excelentes restaurantes y luego disfrutar de las valiosas muestras de la arquitectura tradicional canaria que te aguardan en sus rincones.
Igualmente en Punta de Abona, un pequeño caserío, podrás disfrutar de la hermosa Playa Grande. Este caserío posee una preciosa Ermita dedicada a Nuestra Señora de Las Mercedes, de principios del siglo XVII. En las inmediaciones de Punta de Abona también se encuentra el Faro de Abona. Aquí, en Punta de Abona se han encontrado restos arqueológicos que indican que el lugar fue habitado por los antiguas pobladores, los guanches.
En La Caleta, núcleo situado en la costa, el cual sirvió de embarcadero hasta los años 60 del pasado siglo para los productos que entraban o salían del municipio, podrás disfrutar de una espectacular vista panorámica sobre el océano.
Arico, su encantadora y natural belleza bien vale una visita.